domingo, 14 de abril de 2013

Camino

Camino by ArturXZone
Camino, a photo by ArturXZone on Flickr.
Lo correcto, lo coherente, lo impulsivo, lo inevitable, lo azaroso, lo mecánico, lo que intento, lo que aspiro, lo tonto, lo inspirado.
Lo que guía mi acción cotidiana, lo que hice finalmente y ya fue, lo que aún no hago, lo que jamás supe que podía hacer. 

Claro que vale la pena!

La minoría por sobre la mayoria o a la inversa: ¿dialéctica inevitable?

Se me quedó esto en el tintero hace unos cuantos meses. Mutatis mutandi, dias por meses, creo que es una opinión vigente.

La destitución del presidente Lugo en Paraguay me trae a la memoria una reflexión cotidiana de hace unos días. Me preguntaba a propósito del homenaje a Pinochet, hasta qué punto una parte de la sociedad puede, en democracia, tomar decisiones que niegan permanentemente los derechos de otra parte de ella. Me explico. Allende fue un presidente elegido democráticamente. Punto. Fue sacado del poder bombardeando La Moneda y movilizando a las Fuerzas Armadas en una operación de guerra en contra de sus compatriotas. A Lugo lo sacaron con un mecanismo contemplado en la Constitución de Paraguay, mecanismo que también existía en la constitución chilena en 1973, que sin embargo no pudieron usar los adversarios de Allende, pues su gobierno, la Unidad Popular, contaba con los votos para que esto no se pudiera hacer. Más aún, Allende había anunciado un plebiscito que dirimiera la opción de terminar el mandato en el plazo normal o terminar antes el gobierno. Por eso, quienes temían que el gobierno de Allende abriera la puerta a una revolución, a un cambio estructural de la sociedad, actuaron y se tomaron el poder a sangre y fuego. ¿Es posible que eso ocurra nuevamente? Hasta donde yo veo, si. Absolutamente posible, porque nuestra sociedad no ha repuesto un acuerdo básico que se rompió en 1973, esto es que la democracia se defiende a todo evento. ¿qué hay detrás de una declaración tan absoluta? ¿es posible plantear en el mundo de hoy un absoluto tan poderoso? Y aquí vuelvo a mi reflexión de hace unos días. Para los partidarios de Pinochet que asistieron al acto en el teatro Caupolicán hace unos días, el golpe militar estuvo totalmente justificado, ellos lo agradecen y lo volverían a pedir o a ejecutar si se trata de oficiales en retiro que participaron de las acciones militares de esos días. Ellos aducen una razón de supervivencia, si no lo hacían ellos, lo harían los del bando contrario y por tanto es totalmente legítimo, y, dicen, fue respaldado ampliamente por la población. Siendo un opositor a Pinochet, habiendo trabajado por el retorno a la democracia, me duele reconocer en el 44% de apoyo que tuvo el SI del Plebiscito de 1988 que si hubo un respaldo al golpe de estado y que, aún 15 años después, más del 40% de los electores respaldaban la permanencia de Pinochet por otros ocho años. El gran argumento creo que seguía siendo la supervivencia de un modo de vida, supuestamente amenazado por el comunismo.

En 1989 cae el muro de Berlin y comienza el derrumbe de la Unión Soviética, sellando el fin de la Guerra Fría y para algunos, estableciendo el Fin de la Historia. La elección en 1989 de un gobierno de coalición encabezado por el DC Patricio Aylwin, permitió ir devolviendo la confianza a los temerosos y golpistas. Chile había sido transformado y las bondades de la economía social de mercado ahora eran defendidas incluso por los socialistas que antes quisieron expropiar y terminar con la propiedad privada. El partido socialista fué dando garantías de que se iba a comportar dentro del marco de la constitución pinochetista de 1980 y pasaron 17 años donde no se tocó la institucionalidad heredada, salvo por la institución de los senadores designados y alguna otra cosa menor, en la que "todos" estuvieron de acuerdo. Todo esto ocurre en buena parte chantajeados por el temor de la reacción de la derecha si volvía a sentir amenazada la forma de vida que ya habían defendido 30 años atrás. Los poderes fácticos, fuerzas armadas y grandes empresarios, cumplieron el rol de protectores de esa institucionalidad y el sistema binominal, que rige las elecciones parlamentarias en el país, fomentó el desarrollo de un equilibrio electoral entre dos grandes bloques que no da espacio a cambios institucionales. La Constitución de 1980 se erige asi para sus partidarios en garantia de que seguirán en el poder, "equilibrando" cualquier posibilidad de cambio que ponga en peligro los valores que ellos consideran "inalienables". Una minoría se constituye en veto permanente de cualquier cambio estructural en nuestra sociedad. Asi, una parte de la sociedad ha secuestrado el ordenamiento jurídico y son el poder real.

El problema es que, si ellos pueden hacer esto, los del otro bando también podrán, con la misma legitimidad o ilegitimidad, según se mire. En resumen, mi pregunta es, ¿cómo hace una sociedad constituída como país, un país como Chile, para respetar el ser de cada uno de sus habitantes, aún cuando las opciones que se tomen desde la mayoría no sean las que todos quieren, aún cuando exista una minoría que quiere todo lo contrario? ¿cómo se hace para que esa minoría quiera seguir siendo parte de esa sociedad y no intente imponer su visión con los medios que tenga a su alcance, poder económico, poder militar, terrorismo? ¿cuál es el acuerdo fundacional de una sociedad de respeto de todos por todos? no se trata de una sociedad paternalista que "instaure" el respeto (tolerancia en realidad) por las minorías, se trataría de una sociedad en que el que está en la mayoría sabe que su opción es tan válida como la de uno de la minoría más exigua, y que hay un espacio para que la ejerza. Aparentemente, no es suficiente con la democracia tal como la conocemos hoy, pero va más allá del sistema político, hay un aspecto cultural, que es fundamental y que puede ser el comienzo del fin de la violencia. En mi opinión se trataría de poner como máximo valor la vida humana, y entender al ser humano en todas sus dimensiones, individual, social, emocional, intelectual, física y el respeto al ser humanos en todas sus dimensiones, en toda su diversidad es lo que permitiría construir una sociedad que pudiera ir creciendo realmente.