domingo, 11 de noviembre de 2012

Los unos y los otros


Hace años vi una película francesa, "Les uns et les autres", cuyo relato hablaba de las tramas que unen a las personas, sin que éstas siquiera se enteren, cómo de algún modo sutil, pero real, estamos todos unidos con "los otros". Al compás del Bolero de Ravel, se van siguiendo los hilos de diferentes historias para terminar en un mismo carrete en que se unen para irse desplegando con aparente independencia.

Cuando juzgamos las acciones de otros, nos ponemos por sobre esa trama, como si nuestras acciones no tuvieran de claros y oscuros. Para el que juzga a otros, la cosa es de blancos y negros, pero probablemente cuando se juzga a si mismo, el contraste disminuye y se apela a las texturas y las gamas de grises. En esta sociedad individualista, la mirada de "los unos y los otros" es difícil de aceptar. Estamos llenos de lugares comunes y clichés que hablan del valor de lo individual, "el hombre que se hace a si mismo", la independencia del juicio, la objetividad de la ciencia, la moral natural que dice que es lo bueno y qué lo malo, la decadencia del relativismo. Y es cierto que la posmodernidad nos ha llenado de relativismo que a mi juicio sólo ha profundizado la mirada individualista, aislando aún más a este ser humano que camina por el siglo XXI sin dar con un sentido para la vida, sin sentirse parte de un proyecto mayor, pero jugándose cada día su posiblidad de hacerlo o ser arrastrado por el cinismo, el estoicismo o el nihilismo franco.
Los unos y los otros (Huilo Huilo) by ArturXZone
Los unos y los otros (Huilo Huilo), a photo by ArturXZone on Flickr.


La mayor parte de mis días voy por la vida con la mirada individual, es lo que corresponde a la cultura a la que pertenezco y el ejercicio de detenerme y mirar es algo que intento aprender hace años y que a veces me lleva a estas reflexiones. Mis problemas personales, mi dificultad para encontrar pareja, mejorar mi situación económica, mi salud, la molestia de vivir en una ciudad desconsiderada, con ruido, tacos, smog, el poco tiempo para encontrarme con los amigos, para ir al encuentro de la naturaleza, todos estos "problemas" son "mis" problemas y una vez más los árboles no me dejan ver el bosque. Me cuesta ver que no soy el único con esos problemas, que no se trata de salir al rescate de nadie, pero si ver que hemos construido entre todos una sociedad deshumanizada y que una de las formas de deshumanización es esta "individuación" de todo.
La sociedad de consumo es de sentido común en esta forma de vernos, donde cada uno es cada uno y debe valerse por si mismo. Asi, eres y vales por lo que tienes o puedes comprar, por tu capacidad de hacer en el mundo de lo material. ¿donde queda en esta mirada lo que me puede enseñar uno que no tiene para comprarse un auto del año, unas vacaciones en el extranjero, o simplemente un televisor de 40 pulgadas? no existe, no puede existir. Cómo habría podido un provinciano Neruda  o una humilde maestra de escuela del Norte Chico ganar un premio Nobel y marcar un hito en la poesía mundial en un contexto como este. No lo creo posible. El ser humano no es solo, si quedara uno solo en el planeta, sin nadie más, no podría llamarse un ser humano, no habría la mirada de los otros, no tendría la trama a la que pertenecemos los seres humanos, tal como uno solo de los árboles de un bosque no puede ser el árbol de un bosque imaginario, sin otros árboles, sólo, en un páramo o en un jardín, no importa, solo ya no es la parte de un todo y por lo tanto es otro ser. Somos un árbol del bosque queriendo vivir como una flor, una de las dificultades para ser es no saber quién eres, no conocerte. Creo que ayuda levantar la mirada y mirar a los otros que están alrededor, sin juicio, porque lo que somos está constituido de lo mejor y lo peor de todos, y como dice  Silo en El Paisaje Interno, si lo reconocemos en el paisaje, también forma parte de nosotros.
Creo que este reconocimiento está en la base del proceso de comunicación que necesita hacer la sociedad en que vivo. Sin esta mirada en la que somos parte de lo que vemos, no podremos respetar sino, en el mejor de los casos, tolerar a los otros. Como dijo Humberto Maturana hace un par de programas en Tolerancia Cero, la tolerancia esconde una venganza, porque en el fondo no quiero que existas, pero te tolero. Te respeto en cambio significa que te acepto como eres y por tanto te amo, y si aceptamos esta mirada de los unos y los otros, cuando te amo, me amo, y vice versa.
Quiero creer que si yo estoy haciendo esta reflexión, no soy el único, soy parte de una trama que está ad portas de crecer a un nuevo momento, a un nuevo estado que tiene como base el sentirnos todos parte de un mismo bosque, de una sola humanidad que avanza hacia descubrir su sentido, y que a cada paso le da sentido al mundo con su existencia.